Para su transcripción en el Avance Programático:
El sindicato como organización social afincada en el
espacio del mundo del trabajo cumple un doble rol en la sociedad: definir y
organizar los intereses de sus asociados en el marco de la estructura
económica, es decir, desde dentro de la empresa o servicio al que se encuentra
vinculado, pero al mismo tiempo, el sindicato desempeña la tarea de órgano de representación
de los intereses laborales ante el Estado y sus instituciones. La cuestión es
particularmente compleja, si se considera que los trabajadores, es decir, las
personas que intervienen en el mundo del trabajo son también y en primer lugar
ciudadanos, es decir, individuos dotados de ciertos derechos y deberes cívicos
que les son inherentes.
Luego el sindicato, en tanto en cuanto expresa un conjunto
de intereses, aspiraciones y demandas sociales específicas, es al mismo tiempo,
una organización social y una organización ciudadana. He aquí las dos caras de un
mismo rol representativo y mediador del sindicato: desde el punto de vista de
sus asociados en relación con la empresa/servicio, es una organización social,
y desde el punto de vista de la relación entre la organización y el aparato del
Estado, es una organización ciudadana. El punto focal de la existencia de un
sindicato como organización social, es que su espacio privilegiado de acción y
de representación es el mundo del trabajo, es decir, el espacio de relación
dado por la organización productiva.
La democracia no ocurre solamente en la esfera política de
la sociedad, aunque es básicamente un sistema de organización política. La
democracia además necesita de un fundamento socio-económico y en ese ámbito, la
organización sindical y gremial cumple un conjunto de roles esenciales: de crítica
y de propuesta, de demanda reivindicativa y de expresión de aspiraciones de
mayor alcance.
Cada sindicato, cada organización de los trabajadores
expresa en particular, la toma de conciencia individual y colectiva de los
trabajadores en un mundo social y en un orden político. En primer lugar, la
vida interna del sindicato puede ser un espacio donde se manifiesta la
democracia, un espacio de experiencia democrática. En segundo lugar, la
organización social y los sindicatos en particular, forman parte de redes
sociales y movimientos de mayor alcance y amplitud, cubriendo todo el espacio
público y fortaleciendo la democracia.
En el contexto de cambio social y cultural que caracteriza
a la sociedad actual, se manifiesta un cambio en el tipo y forma de
organización social. Surge el concepto de redes para dar cuenta de nuevos modos
de organización social: grupos ecologistas, gremios y asociaciones, movimientos
ciudadanos, minorías sexuales, ong, comités, clubes, organizaciones étnicas,
territoriales, etc.
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