Para su transcripción en el Avance Programático:
El concepto
académico tradicional de Estado, lo define como una "agrupación humana, fijada en un territorio
determinado, en la que existe un orden social, político y jurídico orientado
hacia el bien común, establecido y mantenido por una autoridad dotada de
poderes de coerción."
Esta
definición fue elaborada por André Hauriou en su libro Derecho Constitucional e Instituciones Políticas, publicado en 1980.
Este concepto puede ser analizado en
sus distintos elementos:
1. Agrupación Humana: término
sociológico que se refiere a un grupo complejo, en el sentido que es un grupo
que comprende muchos otros. El Estado es una sociedad de personas naturales que
constituyen el elemento humano o poblacional del mismo.
2. Territorio: el Estado lo requiere
como condición, es determinado, mutable, conocido y con cierta delimitación.
3. Regido en asuntos de interés común:
Se definen una serie de materias o temas públicos, que son aquellos que
interesan a toda la comunidad.
4. Conjunto de autoridades dotadas de
poder de coerción: se advierte una diferenciación de funciones al interior del Estado:
Gobernantes (autoridades) y Gobernados (confieren legitimidad a los
gobernantes). Los Gobernantes tienen facultades para hacerse obedecer en caso
de no acatamiento y en último término por la fuerza (por medio de sanciones).
Elementos del Estado
Los elementos básicos de cualquier
Estado son:
·
Población,
el elemento humano del Estado.
·
Territorio,
el espacio físico del Estado
·
Gobierno
o poder político para lograr sus fines.
Fines y Funciones del Estado
Si consideramos al Estado como una forma de
vida social humana, políticamente organizada, resulta entonces que el Estado
tiene como fin propio la construcción, conservación y mantenimiento de la
comunidad política, es decir, proporcionar las condiciones necesarias para que
pueda darse y subsistir la convivencia humana.
En otras palabras, el fin propio y objetivo
del Estado es el bien común, esto es, la satisfacción de las aspiraciones e
intereses colectivos y permanentes de la comunidad.
A su vez, el Estado, en cuanto estructura
cuyos elementos esenciales son el poder público, la población, el territorio y
el ordenamiento jurídico, debe ejercer determinadas funciones para alcanzar la
realización de sus fines, distinguiéndose tradicionalmente tres funciones
fundamentales: la función administrativa o ejecutiva, la función legislativa y
la función jurisdiccional.
Es importante señalar que el poder estatal es
uno solo, y por ello no puede hablarse de división de poderes. Lo que sí es
posible distinguir son diversas manifestaciones en que se desarrolla dicho
poder. Ellas son las funciones del Estado, que corresponden a las diversas
formas en que actúa el Estado en el plano jurídico, para el cumplimiento de sus
tareas. Es un concepto jurídico que se encuentra relacionado con el ejercicio
del poder.
La función
ejecutiva tiene por objeto
poner en ejecución las leyes aprobadas en el Parlamento. Esta función puede
subdividirse en una función administrativa, que ejecuta las resoluciones
adoptadas en ejercicio de las competencias de gobierno, y que se relaciona con
el funcionamiento de los servicios públicos, limitado jurídicamente; y una
función política o de gobierno, que es aquella vinculada a las decisiones más
relevantes en la conducción del aparato público.
La función
legislativa es aquella que
produce la ley, la cual se encuentra radicada en el Parlamento, órgano donde se
desarrollan el debate y aprobación de los cuerpos legales, y que se estima
representativo de la voluntad ciudadana, por cuanto sus miembros son elegidos
por elección popular.
La función
jurisdiccional tiene por
finalidad expresar el Derecho, correspondiendo a los Tribunales la misión de
hacer justicia resolviendo conflictos, declarando derechos y castigando a los
delincuentes.
Información complementaria
Concepción marxista
del Estado
Para Carlos Marx, el Estado
no es el reino de la razón, sino de la fuerza; no es el reino del bien común,
sino del interés parcial; no tiene como fin el bienestar de todos, sino de los
que detentan el poder; no es la salida del estado de naturaleza, sino su
continuación bajo otra forma. Antes al contrario, la salida del estado de
naturaleza coincidirá con el fin del Estado. De aquí la tendencia a considerar
todo Estado una dictadura y a calificar como relevante sólo el problema de
quién gobierna (burguesía o proletariado) y no el cómo.
Los marxistas afirman
que cualquier Estado tiene un carácter de clase, y que no es más que el aparato
armado y administrativo que ejerce los intereses de la clase social dominante. Por
tanto, aspiran a la conquista del poder político por parte de la clase
trabajadora, la destrucción del Estado burgués y la construcción de un
necesario Estado obrero, como paso de transición hacia el socialismo y el
comunismo; una sociedad donde a largo plazo no habrá Estado, por haberse
superado las contradicciones de las fuerzas productivas y luchas entre las
clases sociales. Asimismo, se discute sobre la viabilidad de la eliminación de
las condiciones de la existencia burguesa, supuesto para el paso de la sociedad
enajenada a la comunista.
Concepción weberiana
del Estado
Hay otra definición importante, desarrollada por Max Weber,
donde el territorio no es el elemento distintivo del Estado, como tampoco la
comunidad humana, sino más bien el ejercicio monopólico de la violencia, lo que
distingue al Estado como institución moderna: "Lo específico de nuestro tiempo es que a todas las demás
asociaciones e individuos sólo se les concede el derecho a la violencia física
en la medida en que el Estado lo permite. El Estado es la única fuente
del derecho a la violencia". (Max Weber, La política como vocación).
Entonces para Max
Weber, el Estado es una agrupación que debe entenderse a partir de los medios
que usa, es decir, la violencia. Ya que no es posible definir a una agrupación
política a través de la indicación del fin de sus acciones
como agrupación. (..) Por ello sólo se puede definir el carácter político de
una agrupación solamente a través de los medios que son únicamente propios de
ella, pero que sí son específicos e imprescindibles para su ser: la fuerza.
El Estado, en este
sentido, se debe entender como estructura de dominación, como relación entre
gobernantes y gobernados, como relación de poder. En el análisis de la
dominación, definida por Weber como la “posibilidad de encontrar obediencia a
un mandato o una orden de contenido determinado en unas personas determinadas”,
pueden encontrarse tres motivos por los que el hombre acepta el sometimiento. Tres
fuentes de la legitimidad, que se tratan de "tipos
ideales": rara vez, por no decir nunca, se encuentran en la realidad en
estado puro.
·
La legitimidad tradicional, que se basa en la fe, en
el carácter venerable de un poder ancestral, donde la persona obedece a quien
manda de acuerdo a una larga tradición.
·
La legitimidad carismática, que se funda en la
devoción que se tiene a quien manda, debido a sus capacidades mágicas, a su
heroismo o a su fuerza espiritual. Los ejemplos que da Weber de esta dominación
son el héroe, el profeta y el demagogo. El hombre carismático genera
discípulos.
·
Finalmente, la legitimidad racional funda la
obediencia política en el acatamiento de normas. De esta manera, se obedecen
mandatos, leyes, reglamentos, y no a una persona en particular. El ejemplo más
claro de esta forma de dominación es, según Weber, la dominación burocrática.
La conferencia
titulada “la política como vocación” fue pronunciada por Max Weber en la
Universidad de Munich, en el año de 1918, donde advierte Weber que no se
trata de una toma de partido por los asuntos quemantes del día, sino de establecer una
reflexión sobre la figura del hombre político.
Weber se concentra
en la dominación carismática, pues en ella se expresa la idea del llamado político.
Debe distinguirse claramente ese llamado --palabra que sugiere un ingrediente
religioso-- de la mera ocupación ocasional en la política. La vocación política
puede expresarse de dos maneras: uno puede vivir para la
política o bien uno puede vivir de la política.
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