miércoles, 11 de septiembre de 2013

1.1.2 El hombre y la sociedad


Para su transcripción en el Avance Programático:

En este punto vamos a tratar dos categorías importantes, más allá del concepto "hombre", que es reduccionista en sí mismo. Siguiendo al sociólogo francés Emilio Durkheim, hablamos de "individuo", porque este término es susceptible de tratamiento teórico, es decir, permite analizar desde un margen más amplio, hasta qué punto el individuo, como sujeto o actor, nace de la sociedad y está determinado por ella, y qué tanto la sociedad se configura y reproduce a partir de los individuos.

La primacía de la sociedad con respecto al individuo es de orden histórico, donde los individuos se asemejan unos a otros y están como "perdidos" en el todo, en sociedades cuyos miembros han adquirido al mismo tiempo conciencia de su responsabilidad y capacidad para expresarla. De esta manera, las sociedades colectivistas, donde cada uno se asemejaba a todos, son históricamente las primeras.

Pero afirmar que los individuos se han dividido el trabajo, con el fin de aumentar la eficacia del rendimiento colectivo, implica suponer individuos diferentes unos de otros y conscientes de su diferencia. De acuerdo con Emilio Durkheim, en realidad la conciencia de la individualidad no podía existir antes de la división del trabajo, es decir, existe una prioridad del todo sobre las partes y es necesaria la "irreductibilidad del conjunto social a la suma de los elementos y la explicación de los elementos por el todo", donde la conciencia individual está totalmente fuera de sí y se expresa entonces la necesidad de explicar los fenómenos individuales por el estado de la colectividad, y no el estado de la colectividad por los fenómenos individuales.

Una sociedad está formada por todo un conglomerado de personas en contacto continuo; representa un poder que regula a los sujetos, donde la sociedad determina al individuo. La sociedad es externa y anterior al mismo. Externa porque impone coacciones a sus miembros; anterior porque históricamente aparece primero la sociedad y luego el individuo, porque la formación de las conciencias individuales se desprende del desarrollo histórico de la sociedad.

Por lo tanto, la individualidad es un producto de la sociedad, construcción cultural sujeta a un orden colectivo del cual es solidaria, encontrándose adaptada al mismo, sin dejar de desprenderse. Para oponerse al individualismo, basta con afirmar que las causas de los hechos sociales no se pueden buscar sólo a partir de hechos individuales, sino que es necesario también recurrir a los factores sociales, donde la sociedad es entendida como una realidad distinta del individuo, superior a él y determinante de su comportamiento.

Información complementaria:

Con respecto a la naturaleza humana, la dicotomía entre lo social y lo individual —que cobija en sí otras oposiciones— es cristalizada en los conceptos de sociedad e individuo; nociones que podrían ser definidas, por extensión, enumerando uno a uno los rasgos que se ubican a cada lado de la dicotomía. Mas, si según esa oposición binaria corresponde caracterizar lo individual como lo orgánicamente dado, la conducta de los seres aislados,  los rasgos abstractos, por ejemplo, el comportamiento egoísta, los factores internos a la conciencia; a la hora de definir la naturaleza humana, Emilio Durkheim finalmente destaca su “dualidad constitucional”.

En el hombre, que fue siempre concebido como constituido por realidades heterogéneas (el cuerpo y el alma, según la religión), gravitan dos polos, no sólo distintos sino opuestos: en el aspecto moral, las tendencias sensibles y la moralidad; en lo intelectual, las sensaciones y los conceptos. Dicha dualidad no es más que producto de la doble existencia que lleva el ser humano: una puramente individual, con raíces en el organismo, y otra social, derivada de pertenecer a un órgano colectivo, diferente y superior a la propia individualidad. En consecuencia, el hombre no es social sino que "se hace social".

En suma, el individuo necesita adquirir las ideas y sentimientos que constituyen la conciencia colectiva e interiorizarlos en su propia conciencia. Para Emilio Durkheim dicha labor, dado que no se produce espontáneamente, sólo puede ser resultado de una acción deliberada e intencional: la educación. Para que el hombre —que no es social por naturaleza— se haga social, se requiere que la sociedad, como fuerza exterior, le fije límites a sus deseos, le imponga las reglas y lo ligue a vínculos sociales. El ámbito educativo es el espacio de socialización y reproducción social por excelencia; la escuela como la institución que forma a los individuos, para insertarlos, finalmente, en el mundo del trabajo.

A decir de Michel Foucault, el sujeto es en sí mismo producto de sus posibilidades. Existen prácticas específicas de constitución del sujeto en las que además participa el propio individuo, en el momento que interioriza formas de dominio de sí mismo. Estos espacios o áreas de movimiento, son básicamente estructuras lingüísticas. Este pensador concibe al hombre moderno (sujeto), no como ciudadano con garantías, sino un sujeto calculable y objetivable, donde la individualidad  moderna es producto de una transformación en los dispositivos tecnológicos sobre el cuerpo humano y el arribo del hombre en el nuevo saber científico, donde la disciplina incrementa las fuerzas del cuerpo económicamente, porque lo hace productivo, mientras que debilita políticamente las fuerzas del cuerpo, porque logra dominarlo.


Un elemento fundamental de la naturaleza humana, es la necesidad del trabajo creativo ─le decía Noam Chomsky, lingüista norteamericano, a Michel Foucault en 1971─, la indagación creativa, la creación libre sin el efecto limitante de las instituciones coercitivas. Hay en ello "una necesidad humana de liberarse de imposiciones externas", de lo cual concluye que "una sociedad debe maximizar las posibilidades para que se desarrollen estas características humanas fundamentales", así como reflexiona que la misión del científico o del intelectual debe ser "imaginar una sociedad futura que se ajuste a las exigencias de la naturaleza humana".

Ejercicio:

A continuación, se encuentra un video, donde sucede una discusión intelectual entre Noam Chomsky y Michel Foucault, realizada en 1971. 

Ambos reflexionan sobre la naturaleza humana. El primero, esperanzado en el "trabajo creativo" como forma de liberación; el segundo apremia, antes que plantear una sociedad ideal, la tarea inmediata de analizar las instituciones donde se ejerce el control político. 

¿Qué piensas de este debate? Analiza los principales asuntos que ambos critican, apúntalos en una lista, para exponer luego en el transcurso de la clase.








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