lunes, 4 de noviembre de 2013

2.2.1. Desarrollo y definición de las Ciencias Sociales.

A manera de exposición, les voy a explicar el surgimiento de las Ciencias Sociales, destacando los puntos relevantes, sobre todo para las personas que están iniciándose en esta esfera del conocimiento. Desde siempre el ser humano ha sentido la inquietud, la necesidad de explicarse el mundo y los fenómenos que ocurren dentro de este mundo. Las fuentes de nuestro propio conocimiento. No obstante, las formas para explicarse el mundo durante miles de años, se apoyaban y fundamentaban bajo un paradigma teocéntrico.

Especialmente desde la antigüedad clásica, Grecia, Roma, por ahí, hasta el medioevo, esto consistía en una visión del mundo basada en Dios. ¿Qué quiero decir cuando digo que la explicación del mundo se basaba en este paradigma? Básicamente quiero decir que Dios era el centro del universo y todos los fenómenos sociales y naturales que se daban dentro del universo,  se explicaban a través de este dios.

Esto conllevaba una actitud de aceptación y resignación frente a situaciones de injusticia y de opresión, puesto que los sujetos aceptaban su realidad como un destino absoluto que venía ya preparado por Dios para ellos. Esto forjaba una sociedad estática y conformista, con nula movilidad social, que se basaba en este referente externo del cual hablo, que viene a ser Dios.

Cabe aclarar que no sólo me refiero al Dios católico, sino al dios predominante de los contextos que mencioné anteriormente (los dioses de la mitología griega, por ejemplo). No solamente hablar del Dios católico como el predominante, tanto en los fenómenos sociales como naturales. De esta manera, la realidad comprende de múltiples facetas, sin embargo aquí menciono dos para dar un ejemplo.

En cuanto a lo que llamamos realidad social, la pobreza, por ejemplo, en el medioevo, se entendía de esta manera: el que nacía pobre, ese era su destino; el Estado no destinaba recurso ni esfuerzo para sacar a una persona de su condición, ni la persona misma se lo planteaba. No había una movilidad laboral, sino que supuestamente era el destino que dios quería para él. Y esto no se cuestionaba. Respecto a la dimensión que llamamos lo natural, un terremoto, por ejemplo, era explicado como castigo de dios. El pueblo que recibía este castigo, estaban haciendo algo mal.

Ya en la edad contemporánea, hay dos grandes hitos relevantes para el surgimiento la Ciencias Sociales: La revolución francesa de 1789 y la revolución industrial que se dio en Gran Bretaña y se extendió al resto de  Europa.

La Revolución Francesa, bajo las consignas de libertad, igualdad y fraternidad, pretendía derrumbar el sistema monárquico y separar los poderes del Estado, que hasta el momento estaba en manos del rey, por el poder divino que le concedía Dios. Hay que recordar que se supone que Dios le daba todos los poderes del Estado al rey, porque él era como el "primo de dios", era como el enviado directo de la divinidad en la tierra, por el cual él poseía todos los poderes del Estado y este poder se transmitía de generación en generación, es decir, se le heredaba a los hijos.

También la Revolución Industrial ayudó a comprender el mundo social como el natural. La clave de esta comprensión es la utilización de la ciencia en vez de la religión, a través del estudio sistemático de la sociedad humana. Se derrumba el paradigma teocéntrico y se mide en distintos parámetros. Bajo la ciencia como el método de estudio sistemático para la sociedad humana, la sociedad moderna.

Es en este contexto, como resultado de la Revolución francesa, Augusto Comte es considerado el padre del pensamiento sociológico. Sólo un individuo no puede fundar una disciplina, claro está, pero él acuñó el término "sociología", que primero conceptualizó como "física social", en el sentido de que la ciencia social podría extraer las leyes, en el mismo modo como las ciencias naturales llegaban a explicaciones, pero sus rivales intelectuales también hablaban de esto, por lo que él quiso hacer un distintivo de la disciplina y ocupó el término de sociología. En suma, tanto la revolución francesa y la como la revolución industrial, cambiaron el comportamiento tradicional de los patrones sociales.

Augusto Comte trató de encontrar una ciencia de lo social y sus leyes, del mismo modo que las ciencias naturales explicaban el funcionamiento físico, las ciencias sociales poseían una lógica y un método científico. La metodología, entonces, nos dice cómo debemos proceder ante el conocimiento.

Las Ciencias Sociales instrumentan una multiplicidad de explicaciones para la realidad que es múltiple y polifacética. Devela, conoce y trata de predecir escenarios para el mundo social, las distintas situaciones que se desenvuelven en nuestra realidad colectiva, lo que podría ser de gran utilidad para mejorar el bienestar de la humanidad. Eran personas, pues, bien intencionadas, aunque no por lo que pensaron, como hemos visto en clase, pudieron cambiar el mundo, en la idea que se habían forjado, aunque después de intelectuales como Comte el mundo no fue pensado, explicado dentro de las Ciencias Sociales, de la misma forma.

Quien introdujo el método científico a los fenómenos sociales, fue más tarde, otro francés Emilio Durkheim, el que recopiló la teoría de Comte y la concretizó en estudios. Para Durkheim la sociología era una ciencia nueva, que tenía el fin de dilucidar las anteriores preguntas filosóficas, pero sometiéndolo a un análisis de tipo empírico, los hechos sociales estudiados objetivamente.


Así lo dice Durkheim: La sociología "estudia los hechos sociales como si fueran cosas", es el primer principio. Gracias a esto pudo concretar estudios como los tipos de suicidio, la conciencia colectiva y representaciones colectivas; conceptos como anomia y estructura social. Ambos dejaron base para que Max Weber y Carlos Marx desarrollaran sus teorías posteriores. Estos sujetos son los cuatro pilares fundamentales de las ciencias sociales.

Información complementaria:

Actualmente, las ciencias sociales ofrecen una mayor claridad a nuestra comprensión de cómo las poblaciones humanas interactúan entre sí y por extensión con el medio ambiente. Por esta razón, las ideas y la información que generan pueden hacer una valiosa contribución a la formulación de políticas eficaces para dar forma a nuestro mundo por el bien común. Sin embargo, el conocimiento científico social se encuentra en peligro en las partes del mundo donde más se necesita.

Las enormes disparidades en la capacidad de investigación existentes entre los países y la fragmentación del conocimiento  obstaculizan las posibilidades de las ciencias sociales para responder a los desafíos de hoy y de mañana.

A pesar de que pudiésemos construir una “sociedad del conocimiento”, Como consecuencia de la fragmentación, ésta se ve diferente desde cada perspectiva regional. El conocimiento científico social es a menudo el menos desarrollado en las zonas del mundo donde es más necesario.

Las brechas globales afectan todos los indicadores de desarrollo humano, dificultando la acumulación, transmisión y uso del conocimiento en nuestras sociedades en detrimento  de un desarrollo equitativo. Estas brechas se reproducen a sí mismas en cada gene ración, en nuestras instituciones y en  nuestros métodos de creación y uso de conocimiento.

Por otro lado, las ciencias sociales son un arma de doble filo. Las previsiones de los científicos sociales han sido pobres en los momentos clave, y la influencia de las ciencias sociales ha sido un arma de doble filo.

Parte del diagnóstico de la actual situación económica mundial es algo en lo cual los científicos sociales desempeñaron un papel decisivo para su interpretación, o malinterpretación, ambos, tanto los “instrumentos financieros” tóxicos como las instituciones defectuosas. Más que eso, los científicos sociales, a veces por razones de oportunidad, no entendieron cómo su propia creación trabajada o supervisada se había desarrollado.

Los científicos sociales no previeron la caída del Muro de Berlín en 1989, el cual fue más tarde interpretado erradamente por Francis Fukuyama como “el fin de la historia“, es decir, la victoria final de la democracia constitucional y el libre mercado.

A medida que la crisis económica se extendió en octubre de 2008, Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos de 1987 a 2006, reconoció que su concepción del libre mercado, la cual, sin duda, influyó en la política económica estadounidense, para rechazar cualquier tipo regulación estatal, era deficiente. Cuando encontró la falla dentro de su modelo, se sorprendió, porque durante 40 años o más había encontrado "evidencias considerables de que estaba trabajando excepcionalmente bien".

En resumen, si no es bueno cuando los modelos de las Ciencias Sociales del mundo se malinterpretan, es aún peor cuando sus modelos para el mundo conducen a malas interpretaciones del mundo mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario